En tiempos difíciles es posible que nuestra vista se nuble y no logremos ver ninguna salida. No obstante, Jesucristo está siempre dispuesto a ayudarte para que puedas ver y saber que si hay una salida…
Cuando enfrentamos la muerte y sabemos que Dios nos salvó, lo único que queremos es seguirlo, cueste lo que cueste, con nuestros aciertos y errores. Es una respuesta de amor a Quien nos amó primero…
Jesucristo anhela transformar nuestras vidas para que seamos la Sal y Luz que el mundo necesita. Es un milagro de él en nosotros, pero no lo puede hacer sin nuestro permiso.