Jesucristo demostró en su pasar como humano en la tierra que fue inofendible. El ya nos perdonó por nuestros errores porque su amor cubre multitud de errores.
Jesucristo siempre está atento para ayudarnos en nuestra debilidad y en nuestro peor momento. «Yo no te juzgo, le dijo a una mujer», la amó y salvó , mientras otros la juzgaban y pretendían matarla.
En tiempos difíciles es posible que nuestra vista se nuble y no logremos ver ninguna salida. No obstante, Jesucristo está siempre dispuesto a ayudarte para que puedas ver y saber que si hay una salida…