Jesucristo siempre está atento para ayudarnos en nuestra debilidad y en nuestro peor momento. «Yo no te juzgo, le dijo a una mujer», la amó y salvó , mientras otros la juzgaban y pretendían matarla.
Dios siempre nos llama a cenar con él como un buen Padre lo hace con sus hijos. Todavía hay espacio en su gran mesa y anhela cenar contigo. ¿ Qué te impide aceptar su invitación…?.
En tiempos difíciles es posible que nuestra vista se nuble y no logremos ver ninguna salida. No obstante, Jesucristo está siempre dispuesto a ayudarte para que puedas ver y saber que si hay una salida…